... breve, y denotaba pocas ganas de conversaci& 243;n. Durante el r& 225;pido coloquio y saludo, Halconero permaneci& 243; apartado, mirando con recelo cauteloso a la m& 225;s alta de las tres, que por m ...
... Benito Pérez Galdós Desde su campestre residencia en la Villa del Prado, escribía D. Vicente Halconero cartas dulzonas a la que llamaba su prometida, y esta puntualmente les daba respuesta, poniendo ...
... paz, bienestar, honor, y cuanto pudiera ambicionar la mujer menos humilde. Había sido Halconero el maravilloso príncipe de los cuentos orientales, que ofrecen su mano y su reino a la niña despreciada ...
... podías soñar proporción más al auto de tus circunstancias. Cásate, simple, con Vicente Halconero, que es hombre sano, y ya verás como no tardas en tener familia, con lo que has de distraerte y apagar ...
... Ruy. -Todos cuantos conocen a mi hermana se hacen lenguas de su recato y honestidad, y mi cuñado Halconero es la persona más envidiada que hay en el mundo. La gente dice en coro: «Vaya una mujer ...
... es acelerar tu casamiento por los medios que puedas... Todo el tiempo que ganes en rematar la suerte con Halconero, es tiempo ganado en tu bienestar y en tu independencia... Y ahora viene la segunda ...
... lindas y modestas. La gratitud y un temor que de lo hondo le salía inundaron de lágrimas sus ojos. Halconero estuvo a punto de llorar también. Lo que espantaba a Lucila era el miedo de ser ingrata ...
... propia Econom& 237;a pol& 237;tica se iba del seguro, como dec& 237;a Vicente Halconero. Este mejoraba r& 225;pidamente, y desentumec& 237;a su cerebro con el amigo Enrique remembrando los hechos ...
... si quisiera recatarse con el invisible manto de su modestia. Insinuante y efusivo, Halconero me dijo así: «¡Caramba, Tito, cuánto me alegro de verle Hasta hace muy poco no supe que ha estado ...
... tristes destinos Capítulo X de Benito Pérez Galdós Triste y tediosa fue para Vicente Halconero la temporada de San Sebastián. ¿Qué hacía el amigo Ibero, qué le pasaba, a dónde había ido a parar ...
... de mi tío Pepe. Así lo quiere María Ignacia y así será. »Lo mismo te digo de Vicentito Halconero. Es un chico excelente, talento claro de los que miran al porvenir y a la regeneración de este pobre ...
... s clara y hermosa, dentro del magín, la figura y persona de la ideal mujer, viuda de Halconero y madre del interesante niño Vicente. Era esto como si lo cierto recobrara el puesto que le había quitado ...
... que se le saltaran las lágrimas, decía: «Este Juan es un loco, que dice tonterías bonitas». Halconero, deshaciéndose en entusiasmo que le mantenía rebelde al sueño, mandó traer Jerez para festejar ...
... Espa& 241;as. Despu& 233;s de apurar los conceptos encomi& 225;sticos, Halconero puso una sombra en la espl& 233;ndida figura del Presidente del Consejo, y fue de este modo:& 171;Grande admiraci ...
... última carta a Teresa le había dicho: «Escríbeme a Madrid con doble sobre y esta dirección: Vicente Halconero y Ansúrez. Segovia, 3». En la estación despidiose de Tarfe, y cogiendo el primer coche ...
Cartas de arras de la aristocracia leonesa (1157-1230)AñosEspososEsposasPBienesAbolengoGananciasBienes sin determinarLeyesParticularidadesDocumentos1161Tello Pérez de MenesesGontrodo García ...
... escenas de cetrería (fol. IIIr) (Fig. 133). En el primer caso sólo aparece el halconero montado a caballo y un perro, mientras que, en el segundo, el halcón lo porta el paje que, junto a un can ...
... entre 1229 y 1230, en que cinco cartas muestran que el rey dona bienes a su escudero, su halconero, uno de sus clérigos, su concubina, doña Teresa Gil, y su alférez, Rodrigo Fernández de Valduerna ...
... (mayordomo, camarero, aposentador real, copero, camarlengo, caballerizo, halconero, etc.). La primera reglamentación de las funciones de los oficiales cortesanos de la realeza y su organización ...
... Victorial. Crónica de don Pero Nuño Conde de Buelna, y por Lope Barrientos en la Crónica del Halconero. Alabanzas a la obra arquitectónica y su función defensiva se encuentran, durante la Edad Moderna ...
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